Arrollando con Alegría: la historia de un clásico de la chicha
El LP debut de la agrupación huancaína salió en 1983 y fue reeditado en formato vinilo el 2019. Este texto forma parte de las liner notes del disco.
El 2019 recibí el encargo de mi amigo Jalo Núñez del Prado para hacer los liner notes de la reedición de “Arrollando con Alegría”, como parte de su serie de lanzamientos en vinilo del clásico catálogo de Horóscopo. La investigación incluyó buscar recortes de diarios y entrevistar a algunos protagonistas de la grabación como el famoso cantante Alejandro Pacheco “Alín”, el percusionista Víctor Guzmán, el ingeniero de grabación Pascual Saldarriaga y coleccionistas como Eduardo Quiroz. Lamentablemente, fue imposible contactarme con el guitarrista y fundador, Augusto Bernardillo, quien mantenía una disputa legal por el uso del nombre del grupo con su ex socio, Víctor Guzmán. Afectado tras un accidente que lo dejó con problemas en el sistema nervioso, Bernardillo falleció en julio del 2023.
Pueden escuchar el disco en este link:
El artículo cuenta la historia del grupo y detalles como el proceso de grabación del LP, el difícil ascenso a la fama, la relación con los Shapis, la canción que hicieron para la campaña de Alan García en 1985 y la disputa entre Bernardillo y Guzmán. Este es el texto original:
Tras lanzar algunos discos de 45, la oportunidad del Grupo Alegría para grabar su ansiado primer LP llegaría recién en 1983. “Arrollando con Alegría”, lanzado por Discos Horóscopo, fue el primer paso para lograr la conquista de la capital e imponerse como uno de los íconos de la música tropical andina. Pero el camino no fue fácil.
A mediados de los años 70, en Huancayo, la escena rockera, en la que destacaban agrupaciones como La V Rebelión o Los Datsuns estaba siendo desplazada por la naciente cumbia peruana. En esta variante, la guitarra eléctrica tomaba el protagonismo y destacaban los grupos de Lima como Los Ecos o Los Destellos y grupos de la selva como Juaneco y su Combo o Los Mirlos. ¿Acaso la ubicación de Huancayo, en el centro de los Andes y a medio camino entre la costa y la selva peruanas, influyó en que ambos estilos de cumbia converjan para crear un sonido único?
Probablemente, sí. El hecho es que esos jóvenes huancaínos que por entonces habían adquirido guitarras eléctricas para tocar rock se dieron cuenta de que el futuro iba por otro lado. La guitarra sicodélica y cadenciosa de Enrique Delgado de Los Destellos fue fundamental en este cambio. De la combinación de esta cumbia con el sentimiento del huayno andino se fermentaba un nuevo estilo: la música tropical andina o simplemente chicha, como la bebida sagrada de los Incas.
Uno de estos jóvenes era Augusto Bernardillo, quien había formado por entonces una banda de rock denominada Ácido, que no pasó de ensayos en su casa. Augusto se iniciaría en la cumbia cuando, buscando a alguien que repare su guitarra, conoce al líder del grupo Los Diamantes, quien lo convence para unirse ellos.
Era 1979, y ya en la universidad, donde estudiaba ingeniería forestal, Augusto decide hacer su propio grupo. El hermano de Yolanda, su novia y luego esposa, era un percusionista que entonces tocaba en Los Jíbaros, agrupación en la que Julio Simeón “Chapulín, el Dulce” se iniciaría en la música, poco antes de formar los legendarios Los Shapis.
Se llamaba Víctor Guzmán y también era rockero, pero tenía no solamente LPs de Deep Purple, Alice Cooper y Van Halen, sino también de Los Destellos, el Grupo Andaluz, el Grupo Melodía y Los Titanes.
Augusto Bernardillo y su cuñado Víctor Guzmán formarían un binomio con más de 10 años de éxitos que daría como resultado una larga lista de clásicos de la cumbia andina.
Aunque en estos primeros años pasaron varios músicos, los más estables de esta formación fueron el bajista Arturo Cueva, el guitarrista José Cerrón y el tecladista Eloy Balbín, que participaron en la grabación del álbum debut. En los primeros meses, el vocalista era Rody Jiménez, quien luego formaría el grupo Sentimiento. Luego entró Ismael Aliaga, Mael. El primer tema que grabaron fue Triste Realidad, para el sello Plateado. Luego, ya para Discos Horóscopo, grabaron un par de 45s, algunos de los cuales, como La Rosa Blanca, eran huaynos convertidos a cumbia. Hoy esos discos son muy buscados por los coleccionistas.
Pero Mael no era visto con mucha simpatía. En paralelo al Grupo Alegría, el cantante formó Los Millonarios. Esto generó cierto recelo en Augusto Bernardillo. La situación se complicó en un concierto que sería un “mano a mano” entre ambas agrupaciones. Mael comenzó con Los Millonarios. Cuando terminó y esperaba el turno de cantar con el Grupo Alegría, Bernardillo, decidido, le dijo: “Tu ya no vas más”. En ese mismo instante le da el puesto a un joven carismático, encargado de cargar los cables: Alejandro Pacheco, el popular Alín.
Pequeño luchador
Fanático de Leo Dan y de Kike Balarezo de Los Ecos, Alín se convertiría en una de las mejores voces de la chicha . Muchos lo consideraban un galán de la cumbia. “Las quinceañeras que asisten a los bailes suspiran por él y hacen esfuerzos por tomarse una foto para llevársela de recuerdo”, decía una revista en esos años. Modesto, Alín solo respondía: “Tengo mis admiradoras, pero nada más. La imagen que proyecto es sólo en los escenarios. No tiene nada que ver con lo que soy realmente”.
El Grupo Alegría inició así la mejor etapa de su carrera. Pero faltaba conquistar la capital. Contratados por el promotor Aquilino Ramos, tuvieron un concierto que fue una decepción, pues apenas fueron “4 parejas y el vendedor de chicles”, recuerda Alín. A unas cuadras, Los Shapis hacían explotar la playa Asunción. Augusto y Alín fueron a curiosear y se hicieron una promesa: “Tenemos que ser como ellos, ¿por qué no, si ellos aparecieron después que nosotros?”.
Es entonces que Juan Campos de Discos Horóscopo les ofreció grabar el primer LP. Sin embargo, el viaje y la estadía tenían que ser asumidos por la banda y, así, empezaron a recolectar dinero haciendo conciertos y fiestas. “Terminaba el concierto, nos comíamos un pollo a la brasa y el resto, a guardar para el viaje”, recuerda el cantante .
El disco se grabó en un par de sesiones. Como músicos de apoyo, participaron Ricardo Hinostroza “Papita” (quien fallecería en el trágico accidente que se llevó a los miembros del grupo Néctar el 2007) y el gran compositor y percusionista Paco Zambrano. Las sesiones fueron complicadas: a veces no alcanzaba el dinero para transportarse o para comer. A veces, en un cuarto para 3 tenían que entrar 5. Alín recuerda lo nervioso que estaba pero Augusto le dio la seguridad necesaria: “Tú haz lo que tienes que hacer”. En el estudio, el experimentado Papita preguntaba: “¿Quién va a cantar, ese flaquito de ahí?, ¿qué ese va a cantar? ¿tú vas a cantar, hijo?”. Ya frente al micro, Alín hizo las 12 canciones en una hora y media. Nada mal para ser la primera vez.
El máximo hit de este disco fue “El Solterito”, que en el disco se registró como “El Solitario”. La canción fue compuesta por el timbalero y compositor Alberto Remuzgo, quien se la mostró, silbando la melodía y el guitarreo a Augusto Bernardillo. El título inicial era “El Sacolargo”, y el coro iba a ser “Yo soy sacolargo”, en vez de “Soy solterito”. Pero la letra fue cambiada por el propio Bernardillo, quien hizo los arreglos.
La popularidad del Grupo Alegría en la escena chichera fue enorme y eso se reflejó en el famoso mano a mano que tuvieron con Los Shapis en el Estadio de Alianza Lima. Siguieron las giras, más discos, presentaciones en televisión y conciertos.
Precisamente el dueño de este último local, Pedro Santistebán, les dio un departamento en La Victoria por un tiempo. Ahí, cada domingo por la noche se reunían los chicos de Alegría, Los Shapis, Maravilla y Vico y su Grupo Karicia a beber hasta el amanecer con las fanáticas, recordar al “Huancayo querido” y tocar.
¿Es un pecado?
En plena campaña electoral de 1985, un alto funcionario del Partido Aprista se contactó con Horóscopo. La propuesta era grabar una canción para la candidatura de Alan García. “Alan García Pérez, presidente del Perú, Alan García Pérez y el gran Víctor Raúl”, decía el pegajoso coro de la composición, con una letra hecha por el mismo partido.
Fue interpretada en el Aula Magna de la Casa del Pueblo, local del partido fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre. Asistieron los dirigentes Jorge del Castillo, Armando Villanueva y el propio García, quien resultó electo (Nadie imaginaría que 34 años después, García se suicidaría de un disparo cuando la policía ingresó a su casa para detenerlo por un caso de corrupción. Pero esa es otra historia). Con el candidato aprista ya en el poder, el Grupo Alegría tuvo otro encargo: grabar la canción para el comercial del pan popular.
El 26 de octubre de ese año, celebraron 6 años de formados con un multitudinario concierto en el coliseo Amauta.
Alín grabó 4 álbumes más y en 1987 recibió la propuesta de la productora Markahuasi para formar un nuevo grupo en el cual tendría más independencia creativa y económica. El proyecto se llamó también, Markahuasi, y tendría a Alcides Casas, quien había entrado como segunda guitarra de Alegría en 1984
Ante esa baja, reclutan a Miguel Mendoza, Maik, con quien graban el último disco para Horóscopo: Estilo inconfundible. Los siguientes lanzamientos LPs serían con los sellos Prodisar y Dalma.
Por culpa de una riña
Los excesos y tentaciones de la fama pasaron factura. En 1992, Augusto Bernardillo mantenía una relación extramatrimonial y Víctor Guzmán decidió dejar el grupo que ayudó a formar en solidaridad con su hermana
Luego se unió a Maik en Maik y Los Sensuales. Bernardillo, por su parte, continuaría, nuevamente con Alín, hasta fines de los 90. Después generaría controversia entre sus seguidores al unir el Grupo Alegría con Los Jinetes del Amor, con quienes cambiaría a un estilo más cercano a la technocumbia, tan de moda en los últimos años del régimen de Alberto Fujimori.
Nuestro amor ya no volverá
La historia posterior del grupo fue más complicada. El 2010, cuando intentaba espantar a unos ladrones que trataban de entrar a su casa, Augusto Bernardillo cayó del tercer piso y quedó con graves lesiones en el cerebro y la columna. Esto le dejó graves consecuencias y, actualmente, tiene dificultad para hablar y se mueve en silla de ruedas. Otros problemas surgieron. Se formaron distintas agrupaciones con el nombre de Alegría (con algunas variantes) encabezadas por antiguos miembros, como Víctor Guzmán, quien fue compositor de varias canciones. Esto generó confusión en los fans y un embrollo judicial que incluso llevó a Bernardillo a ser detenido por usar el nombre del grupo que fundó.
Hoy, 2019, 40 años después de iniciada esta historia, Bernardillo y Guzmán han vuelto a tocar juntos, pese a estos conflictos. Y queda este disco, para recordar la mejor época de un grupo inigualable.
Muy bacán la historia del grupo. Yo no soy tanto de escuchar el género ni de conocerlo mucho, pero justo ando leyendo el libro de Jesús Historia de la cumbia, y el tema me está interesando bastante.